Se trata de una experiencia inmersiva que a través de realidad virtual, tecnología 360º, imagen generada por ordenador (CGI) y sonido 3D traslada al espectador a puntos de contacto con la música nunca antes experimentados.
Construimos una identidad visual cuya voluntad era captar el espíritu de la experiencia virtual. Para ello trabajamos con una imagen icónica, en la que el contraluz y la atmósfera azulada funcionaban como elementos visuales que sugerían más que desvelaban, acentuando así la magia de Symphony. Y con una tipografía que rompía los códigos típicos de la música clásica.
Producción: Igor Studio
Postproducción y CGI: Glasworks